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Masaje con final feliz
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Masaje con final feliz UN BESO DE VAMPIRO EN LA CURVA DE MI CUELLO HIZO ESTREMECERME[/B] Estresada caminaba entre el calor después de una junta muy problemática de mi trabajo, un dolor intenso en mi cuello y mis hombros, cuando mi vista fue capturada por un letrero que decía Relájate, consiéntete y disfruta de un masaje, me acerque y cielos ¡!! Había terminado el horario de atención y cando estaba dando vuelta un chico con barba apenas nacida corte de cara delegado, hombros anchos me dice ---Dime que buscabas? ---Bueno solo miraba el horario -----Estoy finalizando pero puedo atenderte Una respuesta acompañada de un escaneo de pies a cabeza, muy picara y sonriente, no puede evitar sonrojarme el se percata y me dice tranquila es broma, deberás te atiendo, lo pensé en segundos, sabía que ya nadie molestaría y la verdad me percate de sus intenciones jajaja pero dije por que no…. Y pase, muy caballeroso me abrió paso en la puerta y me indico por dónde. Había dos camas una clásica de masajes alta y la segunda un colchón individual de agua, adivina cual elegí… ---Relájate esto no lo hago siempre, tu belleza me ha impactado y estoy inspirado tenderas un masaje profesional que siempre quise dar, es el eco de mis sueños una hermosa mujer como tu --- Sonreí que vas hacer? Pícaramente le dije ----- solo relájate pon tu mente en blanco, respira profundamente y suelta el aire muy, muy despacio, respire profundo y solté el aire---- eso a si---- el silencio dejaba escuchar mi respiración y empezó la aventura, sabía lo que pasaría, lo pille mirando mis piernas sin parpadeo y mojando sus labios y me deje llevar Es una delicia sentir sus manos firmes, aplicando un masaje eficiente y relajante entre el cuello y los hombros. Estábamos conversando en la cama, todavía con la ropa puesta, cuando pidió que me sentara en la orilla, el hincado quedo tras de mí. Frotó sus manos y, un apretón divino en mis trapecios me hizo exclamar un que rico descubrió un poco mis hombros y me dijo en voz muy suave que hermosa eres después de darme un beso en el hombro, sonreí fue espontaneo, me gusto, tomó mi pelo con una mano, lo movió cuidadosamente a un lado y comenzó a hacer con sus dedos caricias suaves y precisas en mi cuello, a la altura del nacimiento de mi cabello. Apretaba y soltaba, friccionando con las yemas de sus dedos. La sensación era exquisita. ----Uff que descanso, exclame y me pidió me recostara boca abajo y pasó sus tacto de mi cuello a mis hombros, desnudos por mi vestido que era en una sola pieza sierre trasero. Primero me dio un masaje simétrico en ambos. Lo que hacía una mano lo repetía la otra como en un espejo, después, dedicó ambas palmas a una caricia divina en cada uno de mis hombros. Comenzó por el derecho, con una mano ceñía la piel y con la otra hacía presión de un modo preciso y delicioso, como nunca antes me habían hecho, luego repitió el procedimiento en el hombro izquierdo. La sensación era divina. Y de forma experta bajo poco a poco el cierre de mi vestidito. Volvió a doblarse sobre mí dibujando un camino de besos por el trapecio entre mi nuca y mis omóplatos, su lengua humedecía suavemente mi espalda y se detenía justo en donde nacen mis nalguitas y clavó un beso de vampiro en la curva de mi cuello que hizo estremecerme. Entonces metió sus manos bajo mi falda, introduciendo sus dedos por el fino elástico de mi diminuta lencería. —Debo desnudarte, dijo con voz calmada, susurrando a mi oído como la de un cirujano que sabe lo que hace y explica a su paciente los pasos de un procedimiento rutinario. Jaló mi diminuta tanga muy pero muy despacio, como o queriendo, deteniéndose y continuando, mi cuerpo se puso chinito acariciando mis piernas en el proceso, tirando de ellos con mucha habilidad, los pasó por mis muslos, por mis rodillas, por mis pantorrillas, besó mis talones cuando al fin me los quitó y los puso a un lado. Yo ya estaba como cascada entre mis piernas mi vagina pulsaba. Entonces me levantó el vestido un poco, besando la parte trasera de mis muslos. Me incorporé para facilitarle las cosas. Sacó el vestido con un par de movimientos matemáticos. Quedé en la cama sin más ropa que mi sostén. Él se acercó por detrás y besándome el lóbulo de la oreja lo desabrochó de un chasquido, puso sus manos en mis copas y apretando suavemente retiró esa última tela de mi cuerpo. Quedé completamente desnuda, de rodillas en la cama, sentada sobre mis talones, con mis pezones erguidos y mis ojos clavados en los suyos. Para entonces mis piernitas ya estaban temblando, una calentura exquisita estaba adueñándose de mi —Recuéstate boca abajo, ordenó amablemente con una voz tenue y dulce Uno de los más grandes regalos que la naturaleza nos dio es la exquisitez de nuestros sentidos. Esta posibilidad de conocer el mundo y distinguir lo agradable de lo desagradable, a través principalmente de cinco fuentes de información: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Durante el sexo puedes utilizarlos todos, pero ¿te cuento un secreto? Si durante el amor prescindes de uno o más sentidos, los otros se fortalecen y el resultado puede ser espectacular. Él venía preparado para aturdir mis sentidos durante una deliciosa rutina erótica. De nuevo con la cara contra el colchón, completamente desnuda, volví a sentir sus dedos en mi cuerpo, de forma experta recorrió cada milímetro de mi cuerpo, la sensación era deliciosa, en cada caricia una ráfaga de emociones me perdía. Mis piernitas empezaron a temblar y me sorprendí era el anuncio del primer orgasmo Por momentos olvidaba de sus intenciones que todo hombre tiene por naturaleza, me abandoné a ese toque experto, a las caricias de ese hombre a quien no había visto nunca antes y a quien quisiera sentir siempre. Su tacto iba dirigiendo mis movimientos. No era necesario que pidiera nada, levante mi pecho cuando él bajó por mis costados y metió su mano bajo mi cuerpo, la forma de tocarme ere perfecta, al mismo tiempo suave y firme, siguiendo los secretos de mi anatomía, dibujaba mi anito y mi vagina como si supiera exactamente qué botones pulsar para provocarme mayor placer y descanso. Se acercó a un aparato empotrado en la pared y comenzó a reproducir en un iPod una música ligera y cálida acompañada por coros de muchas voces suaves, apagó entonces la luz, dejando apenas la iluminación tenue de una lámpara que está detrás de la cabecera. Lo dejé hacer de mí lo que quiso. Entre más me tocaba más me gustaba. Ya mis sentidos estaban enloquecidos, el primer orgasmo había mojado la cama, cegada por la oscuridad, con el olfato zambullido en el delicioso aroma a menta, el oído saturado por esa música tranquila y el tacto extasiado por su espléndida caricia. Comenzaba a preguntarme cómo pensaría consentirme el gusto. Entonces me besó, todo fue tan suave sin prisas deteniendo el tiempo. De pronto se detuvo y se desnudó, luego volvió a subirse a la cama. Entonces toqué su miembro endurecido, caliente, grueso y con un toque de curva, su cabecita brillante limpiecita, lo vi abrir un preservativo y ponérselo, tenía un sexo grande y tan duro. Luego se arrodilló sobre la cama, igual, detrás de mí y volvió a masajear mi espalda bajando poco a poco hasta llegar a mis nalgas. Después separó mis muslos y clavó entre ellos su cara lamiendo mi sexo con habilidad. En círculos un ligero vaivén que me hacía estremecer todita. Lo hizo un rato antes de levantarse de prisa y separando con sus dos manos mis nalguitas apunto con su lengua y masajeo tan rico que en pocos segundos mis piernitas temblaron nuevamente, apreté las sabanas con mis manos, clave la frente en el colchón y acompañado de un jadeo desbordante broto el segundo orgasmo delicioso, me dejo relajar un instante masajeando mi espalda para destensarme antes de separar mis muslos y mirar un instante mi mojadita vagina para mirarla despacito como punzaba de placer ardiente y apuntar su erección firme y sumergirla cariñosamente, durante el viaje sentía cada forma sumergirse y tomar el molde perfecto. Mi cintura se arqueo, mi cabeza miraba al cielo, tomo mi cintura y la empujo hasta dentro estremeciéndome todita pocas veces me pasa esto un tercer orgasmo bañaba en abundancia su sexo duro como tratando de apagar su fuego, pero como gasolina predio más fuerte y el ritmo del vaivén cambiaba a una velocidad de locomotora ahora era agresivo revotaban mis nalguitas en sus ingles una y otra vez jamás pude aflojar mi cuerpo todo el tiempo arqueada jadeando ahora gritando de placer, de forma maestra tomo una almohada la puso en mis nalgas y tiro su cuerpo al frente sin sacarla un milímetro, sorprendida mire a sus ojos él sonrió tiernamente mientras sus estacadas daban paso a otro orgasmo inevitable acompañados de besitos húmedos en mis erectos pezoncitos chupándolos poniéndolos rojitos. Durante el acto maestro aun no dejaba de punzar mi vag-inita cuando me pe-netró de un golpe haciéndome temblar. Si en el masaje fue bueno, en el sexo se lució. Me despedí de él esperado, realmente deseando, volverlo a mirar, pero como sucede en un sueño jamás lo volví encontrar, como jamás he tenido esa experiencia que fue una delicia. Nos miramos hasta el próximo relato  |
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UFFF.... ES EXCITANTE POR SABER QUE TU, ERES LA PROTAGONISTA PERO TE ASEGURO QUE PODEMOS PASARLA MEJOR AUN QUE YO NO SEA MASAJISTA... BESITOS POR TODO TU CUERPO.... RICA !!
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6/26/2016 1:54 am |
No hay mejor masaje que el que tiene final feliz Manuelete444
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excitante el relato
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muy excitante 
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6/28/2016 5:41 pm |
tus sueños deben ser tan humedos y calientes! imagino compartirlos tambien en sueños..
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Muy bueno, 10/10 Mi inspiración, es tu cuerpo de mujer  
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COMO ME HUBIERA GUSTADO HABER SIDO EL QUE TE DIO ESE RICO MASAJE MMMM
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7/19/2016 11:37 am |
que rico relaio, me encaantas bb
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7/27/2016 2:38 pm |
Lo dicho, reitero la cadencia en tu narrativa, en el detalle de cada movimiento, en hacer sentir que está uno acompañandote en esos momentos tan eroticos y excitantes...
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Muy excitante relato preciosa, me dejaste pensando mucho en tu relato linda. Saludos preciosa
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