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COMPLICES CONSUEGRAS (2ª parte)  

ANAMASAN 65F
252 posts
6/30/2012 2:59 pm

Last Read:
1/30/2013 8:06 pm

COMPLICES CONSUEGRAS (2ª parte)


Al día siguiente, cerca del mediodía, me encontré con Estela en el Restaurante Oviedo, de la calle Berutti esquina Ecuador.-

Cuando el mozo nos alcanzó las listas de menúes, le informé que esperábamos a otra persona, por lo que enseguida, nos acercó un aperitivo para distraer y acortar la espera..., rato mas tarde, se presentó el invitado esperado..., lucía un conjunto sport de pantalón beige clarito, saco azul marino con botones dorados, estilo naval, camisa blanca de muy fina confección, igual que sus otras prendas, pañuelo azul anudado a su cuello, medias de seda negras y zapatos mocasines charolados, estilo italiano, también negros los que se notaba "a la legua", que eran uno de los modelos semi exclusivos de Boniface, la "scarpería" elegida hoy por los turistas extranjeros que visitan nuestro país.-

Luego de los saludos de rigor (respecto a mí, bastante apasionado, porque me rodeo con uno de sus brazos por la cintura y me besó en los labios), tras recorrer los menúes y hacer nuestras respectivas elecciones, nos dispusimos a degustar los exquisitos (por su excelente presentación y por sus definidos sabores) manjares del chef del reconocido restaurante.-

El almuerzo transcurrió amenamente y luego de los postres, mientras esperábamos el café de la sobremesa y el retorno de Estela, que se había retirado al tocador, le pregunté a Antonio: "¿Te gusta Estela?.-"

ÉL: "Si, es una hermosa mujer.-"

YO: "¿Que planes tenés para esta tarde?.-"

ÉL: "Ninguno en particular, pero si tuviera oportunidad, me recluiría contigo en algún lugar similar al de ayer.-"

YO: "Yo tenía pesando invitarte a mi departamento, pero la idea es ir con Estela también... ¿aceptás?.-"

ÉL: "¿Para acostarme con ustedes dos..., o para que?.-"

YO: "Si, para eso..., porque a ella le gustaste y es el precio que tengo que pagar por su "silencio".-"

ÉL: "Hummmm..., te está chantajeando..., no me gusta eso...-"

YO: "No tonto, ella sería incapaz de eso..., lo que pasa es que yo le hablé de lo bien que la pasé ayer con vos y se entusiasmó..., ¿aceptás estar con las dos?.-"

ÉL: "¿Y no me van a matar entre las dos?..., ¿y si no puedo estar a la altura de sus pretensiones?.-"

YO: "Sé que podrás con las dos..., porque nosotras nos vamos a encargar de que alcances tu mas alta performance.-"

ÉL: "Bien, si vos estás dispuesta..., siempre es un halago para cualquier hombre, que dos hembras como ustedes lo deseen.-"

Cuando Estela regreso, tomamos el café de la sobremesa, pero Antonio muy urbanamente, no formuló absolutamente ningún comentario respecto a la conversación que habíamos mantenido en su ausencia.- Abonada la consumición, cosa de la que se hizo cargo Antonio, como gentil hombre que era, en mi Eco Sport, nos fuimos a mi departamento en Caballito..., durante el trayecto, Estela muy discretamente, haciendo abuso de su excelente sapiencia de "mujer de conquista", terminó "conquistando" (valga la redundancia) a Antonio y al apearnos en la puerta del edificio, se colgó del brazo de su futuro amante, algo muy conveniente para mí, ya que disimulábamos un poco las intenciones con que entrábamos allí, al pasar ellos por "pareja" amiga de la anfitriona, o sea yo.-

Una vez dentro, luego de abandonar nuestros accesorios de calle (léase carteras, tapados, etc.)..., me excuse con mis invitados y me retiré al dormitorio; quería constatar que estuviera todo en orden, disponerlo para "lo que iba a pasar" (por eso bajé y cerré la ventana, encendí una luz "acogedora" y lo acondicioné "muy eroticamente", para que estuviera a la altura de las circunstancias) y de paso "ponerme mas cómoda" (para eso estaba en mi casa, ¿no?).-

Luciendo un baby-doll transparente y una trusa tipo pantaleta, de encaje, ambas en color negro, retorné al living, previo pasar por la cocina y servir tres tazas de café humeante (era lo que había), con lo que los convidé mientras se "ronmpía el hielo", entre Estela y Antonio; no obstante, "perdí el tren", porque a Antonio, ya se lo notaba bastante "incómodo" (era evidente que Estela, aún jugándola de inocente, sabía como "emocionar" a los hombres), dado que ella había desplegado sus "artilugios" de mujer fatal, distraídamente habiendo éstos impactado directamente en el hombre.-

Cuando me vieron asomar en el living, (des)vestida como ya les dije, Estela se asombró y Antonio elevando su cabeza y entrecerrando sus ojos, mientras se mordía los labios, demostró sentirse muy "tensionado"...-

"Ponganse cómodos", les dije "acá tenemos intimidad y todos sabemos a que vinimos.-"

Antonio, se quitó el saco y el pañuelo que lucía..., Estela, dejó caer su pollera y desabrochó su camisa con lo que se mostró ante nosotros con una tanga muy mínima y sus senos semi ocultos tras los pliegues de su camisa.-

Luego sonriéndonos, le dijimos a él, casi al unísono:

YO: "Así no vale..., nosotras nos pusimos más cómodas que vos.-"

ESTELA: "Eso, no seas vergonzoso..., queremos verte de cuerpo entero..., mostrate bien.-"

Antonio, medio dubitativamente, se quitó la camisa y el pantalón para luego, sentado, sacarse las medias, antes de volver a calzarse los zapatos.- Cuando volvío a ponerse de pie, Estela se le acerca y mientras le dice: "Papito..., ya que sos tímido, yo voy a ayudarte".-

Casi pegada al hombre, recorrió con sus manos su pecho, acariciándolo con la yema de sus dedos..., llegó hasta la cintura y desde allí volvió, acariciándolo hacia arriba, para luego recorrerlo en forma descendente, pero ahora con sus uñas, como arañándolo suavemente..., cuando llegó a la altura de la cintura, topó con el elástico del slip que Antonio lucía y diciéndole: "A ver que tiene el bebé acá, que no nos lo quiere mostrar...", tomó al slip por la cintura elástica, lo descorrió hacia abajo y dejó librado a nuestra vista un pene extremadamente erecto..., si a mí, en las oportunidades anteriores en las que intimé con Antonio, me había conmovido su aparato sexual, verlo ahora en el esplendor que, por culpa de Estela, había alcanzado, me turbó los sentidos, al punto que sin que mediara otra acción, me abalancé sobre él y sin ningún ambague, lo contuve en mi boca...; Antonio, elevó su cabeza..., cerró sus ojos..., gimió... y se aferró a mis cabellos.-

En tanto Estela, vino a arrodillarse a mi lado..., observó por unos instantes, la felattio que yo le hacía al hombre y para compartirlo conmigo, me ayudó en la tarea apropiándose de sus testículos...-

Cuando yo abandoné el glande, para recorrer con mis labios el tronco de ese pene exquisito, Estela con su boca reemplazo a la mía en la succión del glande que ya se mostraba, extraordinariamente enardecido, al rojo vivo y pronto a regalarnos sus primeros jugos...- Por eso, le tomé a ella la cabeza y la sostuve para que siguiera haciendo lo que hacia, mientras yo me esmeraba en recorrer el tronco con mi lengua y en apretar su base con una de mis manos, para retardar la eyaculación..., era mi intención "matarlo" de placer, antes de su primera eyaculación..., y lo logré..., Antonio empezó a gemir..., a suplicar..., a retorcerse entre nuestros brazos que lo tenían aprisionado por sus piernas y sus caderas hasta que empezó a sollozar por la "tortura de placer" que sabíamos transmitirle; entonces, me llegué con mi boca hasta su glande y desplazando en parte la boca de Estela, compartí con ella la succión, mientras que soltándole el tronco al que tenía muy apretado con mi mano, le permití al hombre alcanzar su climax.-

Cuando empezamos a recibir sus jugos, conmpetíamos con Estela, en la apropiación de ellos, mientras duraron sus espasmos eyaculatrorios..., luego primero una y luego la otra, recorrimos con nuestras sendas lenguas, el glande..., el tronco... y hasta los testículos, apropiándonos de todo su "elixir de macho".-

Luego de descansar un ratito los tres, sobre el sillón del living, con Estela nos incorporamos y tironéandolo de sus manos, obligamos a Antonio a seguirnos hasta el dormitorio...-



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