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ALGUIEN LLAMA A MI PUERTA
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ALGUIEN LLAMA A MI PUERTA Me desperté remolonamente, acuciada por los timbrazos en mi puerta, los que ahora se hicieron mas insistentes y prolongados, anunciando que quien fuera que llamaba, lo hacía con mas nerviosismo y ansiedad...- Terminé de "despertarme" y grité desde mi dormitorio: "¡Ya vaaa...!"; cuando me puse de pie, observé en el espejo que aún lucía el vestido estrenado la noche anterior, aunque bastante maltrecho por no habérmelo quitado, antes de "despansurrarme" sobre la cama; si bien en algo me afectó verlo arrugado y desprolijo, por otra parte me alegró, porque me permitía dirigirme con mas premura hacia la puerta para atender a quien me llamaba tan insistentemente con el timbre...- Mientras sacaba la llave de la puerta, imaginaba que quien me llamaba podía ser Alberto, recuperado ya de su borrachera o eventualmente Carlos, que nuevamente excitado y aún celoso, volvía por mas "guerra".- Terminé de abrirla y veo que parado frente a ella no estaba ninguno de los que yo imaginaba: "¡¡¡ Tíooo....!!!, ¿que hacés acá...?.-" ÉL: "¿Como 'que hago'?..., tengo que estar mañana temprano en el mercado (se refería al Mercado de Haciendas de Liniers, adonde remitíamos en esos tiempos la hacienda gorda de nuestros campos) y como hace mas de 20 días que vos no vas al pueblo, pensé en visitarte y quedarme esta noche acá..., por eso adelanté el viaje unas horas.-" Me sonreí..., me abalancé sobre él..., me colgué de su cuello y le dí el mas tierno beso de "bienvenida", no como su sobrima y ahijada, que lo era (y lo soy), sino como su "amante", porque fue a él a quien le había entregado pocos meses antes, en el departamento doble que compartíamos en el Hotel Plaza de Buenos Aires, mi virginidad vaginal total, mal tomada tiempo antes por el muchachito que fuera "mi primer novio", en el asiento trasero de su Packard 46; ese auto negro inmenso, del que ya les hablé en uno de mis primeros relatos.- Mi tío y padrino, había venido por mí..., yo me ilusionaba pensando que lo había hecho, ansioso por volver a compartir mi cama..., esa donde yo dormía rato antes y donde meses atrás, él me había iniciado, a mi pedido, en el sexo anal..., y me exalté imaginándo que esta noche, volveríamos a repetir aquella entrega que me había resultado tan gratificante y que solo repetía en esos tiempos con él, sin permitirle a ninguno de mis circunstanciales partenaires sexuales de la época, insinuar tan solo, la posibilidad de hacérmelo.- Solo Néstor, mi compañero de facultad, fue el único hombre a quien no solo se lo permití, sino a quien yo se lo ofrecí en la oportunidad en que intimamos en casa, luego de frustrarnos en el hotel al que fuimos (por culpa de mi ojo de vidrio), y en la camioneta (por culpa de los muchachones que nos asustaron en la calle oscura donde estábamos) NdeR: Sobre esta historia, también escribí en este blog.- Cuando ingresamos, él me hace girar tomándome de la mano y guiándola sobre mi cabeza, para luego comentar: "¡Que lindo vestido!, parece que estuviste de fiesta... y por sus arrugas, ¡debe haber sido bastante intensa!.-" YO: "No, fue una cena nomás, lo que pasa es que volví tarde y me tiré a dormir con él..., por eso está todo arrugado; si don Paco (YAMANDREU, el diseñador) lo vé, le dá un soponcio.-" ÉL: "Bueno, arreglate que nos vamos a la Rural, tenemos una cena en el restaurante del predio y estamos invitados.-" YO: "¿Como?..., ¿no dijiste que adelantaste el viaje por mí?..., ¿y ahora me salís con una invitación a una cena en la Rural?... ¡malo..., me hiciste ilusionar...!.-" ÉL: "Todo es cierto..., nos invitaron y acepté porque te extrañaba..., todos allá te extrañan..., pero yo mas que ninguno... y te imaginarás porqué...-" YO: "Entonces quedémonos..., no vayamos a ningún lado, así pasamos mas tiempo solos acá...-" ÉL: "No señorita..., no sea ansiosa, todo a su tiempo..., yo me voy a dar una ducha, vos andá cambiándote, mientras...-" YO: "No, yo también necesito ducharme..., vamos los dos juntos así ahorramos agua.-" ÉL: "Si nos duchamos juntos, vamos a gastar mas..., eso es casi seguro..., mejor de a uno, así luego tenemos una noche mas intensa..., ¿te parece?.-" Evidentemente era verdad que Padrino me "extrañaba", lo presumí, porque él nunca se había mostrado tan abiertamente provocador...; acepté su propuesta y le permití acceder al baño para comenzar con su ducha..., mientras él ingresaba al cubículo de la ducha, yo recogí su ropa sucia y luego de depositarla en el cesto donde acumulaba toda la ropa usada para "lavarla algún día", me quité el vestido, que tuvo como destino el mismo cesto y desnuda permanecí en el dintel de la puerta del baño observando como mi tío se higienizaba, "emocionándome" en demasía, cuando ví el esmero que ponía en higienizar el pene del que yo estaba enamorada, porque fué con él, con el que tío, había rendido mis vírgenes bastiones femeninos.- Ya no podía esperar mas..., impaciente, dejé que enjuagara el jabón con que limpiaba su cuerpo..., cuando cerró los grifos de la regadera, descorrí la puerta de la mampara del duchador y mientras le extendía la toalla con la que iba a secarse, me agaché hacia su bajo vientre y luego de besar el tronco de ese falo del que estaba enamorada..., me llegué con mi boca a su glande y tras depositar sobre él otro corto beso, lo rodeé con mis labios y lo aprisioné entre ellos para, luego de observar la reacción de mi tío..., que elevó su cabeza, cerró sus ojos, suspiró intensamente y me tomo con sus manos por mi cabeza mientras me decía: "Te extrañaba chiquita..., extrañaba esto..., es tuyo..., comételo...-"; recorrí con mis labios su tronco todo, hasta donde podía contenerlo, para luego ascender con mi boca hasta que solo dejé dentro de ella el capullo, al que enervé jugueteándolo con la puntita de mi lengua para, luego que lo "entusismara", abandonarlo para comerme nuevamente el tronco casi integro (porque no podía contenerlo completo en mi boca), volví ascender por él hasta el glande..., volví a juguetear con mi lengua en su ureter..., volvía a comérmelo hasta donde pude..., lo mordí con mis labios y con los mofletes de mi boca..., volví a ascender rocorriémdolo con mis labios... y cuando estaba llegando con ellos al glande, sentí que comenzaron a derramarse los líquidos preseminales de mi tío..., por eso, luego de hurguetear con la punta de mi lengua en su ureter, cubrí con el reverso de ella el ducto, y apuré el derrame masturbando el pene de mi tío con mis labios...; cuando eyaculó, contuve su derrame en mi boca..., lo fuí ingiriendo mientras que continuaba masturbándolo con mis labios y cesé en la acción cuando comprendí que ya había cesado su eyaculación..., entonces liberé a mi prisonero de mis labios, lo tomé por el tronco con una de mis manos y mientras lo masturbaba despacito, lo limpié por completo con mi lengua..., luego me alcé sobre mis piernas..., abracé a mi tío por el cuello y lo besé con mis labios que aún se mantenían embedidos del semen que antes habían saboreado...- Mientras nos besábamos, tío salió del recinto de la ducha y me obligó a mi a entrar en él..., seguíamos besándonos cuando abrió los grifos y el agua de la regadera cayó sobre mi cuerpo desnudo mojándolo..., dí un respingo..., tío tomándome por la barbilla, volvió a besarme, para luego empujarme hacia adentro de la ducha y decirme mientras cerraba la puerta del receptáculo: "Tenemos toda la noche..., apurate así nos vamos temprano a la cena y volvemos rápido..., quiero hacerte esta noche, todo lo que no hicimos en estos veinte días que no estuviste conmigo...-" Terminé de bañarme..., me sequé..., me vestí como para una cena de gala (porque lo era), con un vestido negro con vuelo cuya pollera caía por sobre mis rodillas y su escote se perdía apenas arriba de mi ombligo, peiné mi cabello húmedo, recogiéndolo en un rodete por detrás de mi nuca, aprisionado con esclavas de ébano, me calcé con sandalias de taco alto aguja, también negras y charoladas, cubrí mis hombros y mi espalda desnuda con un chal gris oscuro, para romper la monotonía del negro, le dí rubor a mi cara y sombra a mis párpados, delineé mis pestañas, pinté mis labios de un rojo subido, me calcé en las orejas un par de aros artesanales de plata, que asemejaban dos medias lunas sonrientes, me tomé del brazo de mi tío enfundado en su traje negro con camisa blanca y corbata a rayas en degradeé al tono y salimos rumbo al Restaurante Central de la Sociedad Rural en Palermo...- Mientras bajábamos con el ascensor nos besábamos y él con su mano por dentro de mi escote, me torturaba los senos...- (continuará) |
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Gracias PASSION... y seguí haciéndolo, si?
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Gracias MARITO, tenemos algo pendiente vos y yo..., no lo olvides.-
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12/16/2011 11:33 am |
Que bien manejas los tiempos en el relato. Me encanto !!!, tanto como vos ! Te mando un beso ! Gonzalo
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Gracias Gonzalo, se retribuye.-
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