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CONOCIENDO A LA FAMILIA
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CONOCIENDO A LA FAMILIA Al d�a siguiente, nos despertamos cerca del mediod�a, mi familia ya hab�a desayunado y estaban en el lago de la cascada, disfrutando del agua, del sol y del paisaje.- Nosotros dos, luego de engullir un rico caf� con leche acompa�ado por pan con manteca y dulce de leche casero, volvimos al dormitorio para vestir nuestras respectivas mallas.- Cuando me desnud� para ponerme la bikini n�ufraga que rescatara del agua el d�a anterior, tuve que soportar �estoicamente�, el asedio de mi enamorado, que a fuerza de besos, enardeci� mi esp�ritu y me hizo desbordar de pasi�n; al punto que a modo de retribuci�n, pero siendo yo mas pr�ctica y directa, ca� de rodillas a sus pies y me apropi� del pene que me colm� de placer la noche anterior, tortur�ndolo primero con mis manos, recorri�ndolo luego con mi lengua por todo su contorno y por �ltimo sorbi�ndolo, como seg�n Jorge, solo yo sab�a hacerlo�- El resultado palpable de los efectos logrados en mi torturado �nuevo esposo� (aunque sin libreta), lo escond� primero bajo mi lengua, y lo esparc� luego por todo el fornido pecho de mi amado, con lo que en doble �castigo�, se vio obligado a volver a la ducha, lugar donde esmeradamente, lo enjabon� cual �geisha� sumisa y diligente, prest�ndole especial atenci�n al miembro torturado, aunque sin permitirle invadir mi cuerpo, para descargar los efectos del apasionamiento que lo embargaba�; dej�ndolo as�, exasperado y caliente, pues era mi intenci�n volver a sentir, a la hora de la siesta, las mismas sensaciones de embriaguez enamorada, que disfrut� durante la noche.- A fuer de ser sincera, debo confesar, que abandonarlo sin gozarlo, fue para m� una dificil�sima prueba de estoicismo, al punto que durante el resto de la jornada que mediaba hasta ese momento posterior al almuerzo, mi cuerpo perspiraba, pero no por el calor de la jornada, sino por la ansiedad apasionada, con que esperaba que llegara ese momento (en otras palabras�: estaba recaliente, pero me la bancaba como un se�orita muy recatada).- Y no les cuento Jorge, que, ya en el agua, ya sobre las lonetas expuestos ambos al sol que nos doraba, ya caminando hacia un lado u otro� no dejaba de meterme mano por donde pod�a y de besarme enardecidamente, con lo que aumentaba mi desesperada espera.- Volviendo hacia el �casco�, a la hora del almuerzo, nos desviamos hacia un galp�n de material cercano, donde funcionaban las instalaciones del tambo y en la oficina del lugar, se comunic� por radio de onda corta, con su padre y su abuelo, que estaban en su usina l�ctea de Villa Mar�a, para informarles que lo esperaran esa noche, con cena completa para todos ellos y para ocho invitados �agregados� que quer�a presentarles, donde les comunicar�a �novedades muy importantes� respecto al rumbo dado a su vida, por lo que ya no lo considerar�an el �descarriado� de la familia.- Yo, que me las ve�a venir, pens� que desde ese momento en m�s, iban a considerarlo, no ya el mas descarriado, sino el mas incorregible e irrecuperable miembro�; pero como a los �malos tragos� hay que pasarlos r�pido, demostrando una alegr�a que escond�a mi sincera preocupaci�n por el momento que enfrentar�a esa noche, me dispuse a secundar a mi amado en el trance, y a esmerarme para causar la mejor impresi�n posible a mi nueva familia pol�tica.- De m�s est� decir, que mis planes �siesteros�, hube de posponerlos porque para llegar a la hora de la cena a Villa Mar�a (Pcia. de C�rdoba), hab�a que partir del campo, considerando el tramo que recorrer�amos a caballo no mas tarde de las 15 horas; as� que casi saboreando el ultimo bocado en las monturas de los caballos, partimos todos rumbo a Va. Mar�a�, (por suerte, mi familia: t�a, pap� postizo y mam�, que ya hab�a abandonado definitivamente su mal humor desde que formalizara su nueva pareja, nos hicieron �pata� y all� partimos todos, no sin antes comunicarnos con t�o, para pedirle que junto con Carlota, Gladys y Romualdo , nos encontraran en un lugar determinado de aquella ciudad cordobesa).- A �revienta caballos� y a �pata y pata� con la camioneta, llegamos al punto de encuentro, cerca de las 11 de la noche, y de all�, luego de higienizarnos a las apuradas en los ba�os de la Estaci�n de Servicio donde est�bamos, al filo de la medianoche, llegamos a la casa familiar de Jorge�; all�, al apearnos de los dos veh�culos con que los invadimos, Jorge me toma de la mano, se acerca hacia sus padres y abuelos maternos, que nos esperaban en el porch de la casa, al final del camino de acceso y les dice: JORGE:- �Pap�, mam�, abuelos�.: Les presento a mi �esposa�� y �sta es su familia�-� Esa noche, en ese lugar, en ese instante posterior, "el silencio de la noche cordobesa��, se present�a mas profundo que lo habitual�- Hubo un momento de suspenso, en el que solo se escuchaba el rumor de las respiraciones de todos los presentes (menos la m�a, porque yo la contuve esperando la reacci�n de �mi nueva familia�), el que fue sacudido, por el grito agudo de un churrinche (ave aut�ctona de Argentina) noct�mbulo, que nos hizo reaccionar a todos�.- Pero de esas �reacciones�, les cuento ma�ana.- |
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