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NUESTRA PRIMERA NOCHE
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NUESTRA PRIMERA NOCHE Ya era la madrugada...-El asado, se hab�a convertido en la fiesta de compromiso de Jorge y m�a; todos estaban felices por nuestra decisi�n y lo expresaban cantando, bromeando,... y comiendo.- Cuando anunci� que me retiraba a descansar, no s� de donde, pero una lluvia de arroz crudo, cay� sobre nosotros; era que Amanda, lo hab�a tra�do a escondidas y repartido entre los presentes..., que no eran solo mis parientes, sino que estaban sentados a la mesa tambi�n, don Lucas AMUCH�STEGUI, el mayordomo y mandam�s de la estancia, con Amanda, su esposa, Carlos CUEVAS (encargado del tambo), con su mujer y su hija, Felipe MALDONADO (el mec�nico) y su pareja; tres peones solteros y solos, y otros cinco con sus respectivas esposas, parejas o novias, y las "proles" de todos ellos, eramos como treinta, y algunos amigos de la guitarra y del bombo, se hicieron escuchar entonando nuestra m�sica folkl�rica.- Escapando a las corridas, de esa lluvia inesperada, nos refugiamos en la casa, donde subiendo a la planta alta, buscamos el dormitorio donde sellar�amos nuestro pacto de convivencia.- Llegados al dormitorio principal, nos besamos mientras Jorge, abr�a su puerta y encend�a la luz (que era provista por un equipo generador instalado en la sala de m�quinas del campo, y que prove�a de energ�a a todas las instalaciones).- NdeR: En el campo argentino, la energ�a el�ctrica se produce a partir de generadores propios, ya que escasos los campos asistidos por el Servicio P�blico.- Era una habitaci�n suntuosamente amueblada, al estilo Luis XVI, donde espesos cortinados, enmarcaban y se extend�an sobre los ventanales; era la habitaci�n que generalmente ocupaban los abuelos de Jorge (todav�a vivos), en oportunidad de su estancia en este campo, quienes como en toda familia de ascendencia italiana, eran los patriarcas a quienes todos deb�an respeto y obediencia.- Yo traspuse su umbral, en los brazos de mi "marido", quien me deposit� suavemente sobre el lecho, procediendo luego a quitarme el calzado, el short y la camisa; yo pretend�a colaborar pero �l no me lo permiti� y me oblig� a permanecer extendida sobre la cama, mientras realizaba la tarea, la que luego de concluirla, me expuso desnuda a su contemplaci�n.- Durante unos minutos, estuvo parado al costado de la cama observ�ndome...-Luego, mientras se arrodillaba en el piso, a mi lado, me dijo: �L: "Meses estuve esperando este momento, te deseo...te dese� desde el instante en que te conoc�, all� en Santa Rosa.- Y all� decid� que ser�as mi mujer, pero quer�a que nuestra primera vez, fuera en este lugar, bajo aquella cascada y en esta cama...- Ac�, tuvieron mis padres su primera vez cuando se casaron; ac� me engendraron una noche de oto�o, como hoy... y ac� ser� tu esclavo y tu mi reina, porque siento devoci�n por vos.- No pod�s imaginar, lo dific�l que me fue esperar este momento, sin intentar tenerte antes, no sabes cuantas veces en mis noches, imaginaba que estabas a mi lado, y que eran tus manos, no las m�as, las que me daban las caricias que necesitaba.- �TE AMO!, y porque te amo, te pido que te quedes quieta y me dejes hacer...-" Tras lo cual, me bes� en los labios, para luego recorrer mi cuerpo, acarici�ndolo con sus manos, y tras ellas, recorrerlo con sus labios, besando cada cent�metro de mi piel bronceada... para continuar mas tarde, reconoci�ndolo con su lengua, que depositaba sobre mi cuerpo, vestigios de su saliva...; no me dejaba hacer, solo pretend�a que estuviera quieta, inerme, tendida sobre el lecho, recibiendo sus caricias.- Y no s� si eran ellas, o la prohibici�n de secundarlo, lo que me excitaba, lo que me enardec�a, lo que me hac�a desear que me tomara, que me hiciera suya,... me entregu� sometida a sus caprichos, a disfrutar de esas manos, de esos besos, los que quer�a recibir en mis partes �ntimas, pero que no llegaban, solo se limitaba a recorrer una,... dos,... mil veces, la piel bronceada, mientras que mis retazos blanquecinos, permanec�an h�erfanos de amor y envidiosos de las atenciones que en sus alrededores me dispensaban.- Pero no obstante, disfrutaba de aquello, y comenzaba a sentir mi excitaci�n, mi deseo...; comenzaba a necesitar recibir esas caricias en mis zonas er�genas, y talv�s por eso, comenc� a gemir...., comenc� mas tarde a llorar,.... a morderme el reverso de mis manos,... a retorcerme sobre mi cuerpo aunque proh�bida de hacerlo..., porque sent�a esa lengua y esos labios recorrerme, sin allegarse a mi sexo, o a mis senos,... y fu� as�, que tironeando de su cabello, lo obligu� a zambullirse en la bah�a que fueron mis piernas, cuando el mar aflor� desde el interior de mis playas solitarias.- Y fu� as�, tambi�n, que despu�s pretend� que su barca, anclara para siempre en la escollera que proteg�a mi puerto;... por eso, tirone�ndolo, lo obligu� a trepar por mis arenas venusinas y a anclar su bote a las puertas de mi rada.- Y cuando lo hizo, fueron mis piernas, las sogas que lo amarraron a mi puerto de ultramar destrotegido... y lo sent�,...lo sent� anclarse en mi vagina,... y fueron las olas de mis caderas, las que en el flujo y el reflujo del mar de mis emociones, obligaban a su barca, a estrellarse en su ir y venir, contra el muelle de mi �tero.- Tan profundamente unidos estabamos,... tan profundamente lo sent�a..., tan profundamente lo necesitaba... y tan profundamente,... lo amaba.- y fue que en un momento de reflujo, mis icores calafatearon su barca, y fue en un momento de flujo, que volv� a calafatearla, cuando sent�a a la barca, descargar su lastre, en el interior de mi bah�a, a las puertas de mi muelle.- Y fue rato despu�s, cuando a�n yo lo calafateaba sin control por en�misima vez consecutiva, que sent� nuevamente al barco, descargar otra vez su lastre, el que fue contenido por mi �tero, para mantener l�mpias las aguas donde el barco se mec�a.- Suelto de sus amarres, el barco se aleja de mi puerto, y dando yo la vuelta al mundo sobre mi propio cuerpo, oculto sobre las s�banas blancas, el lugar donde antes se amarrara... Y fue as� que le ment�, diciendole: YO- "Quiero ser completamente tuya, tomame as�, por esa senda (y esta fue la mentira), que a�n no fue recorrida por nadie..._ Quiero ser integramente tuya, tomame por la cola, haceme tuya, mi vida, haceme tuya as�,... porque te amo.-" El hombre se arrodilla, sobre la cama, abriendo con sus piernas las m�as,... se agacha... y me besa la cola con pasi�n de enamorado..., la explora con la punta de su lengua, arrancando de m� un gemido de placer, y al incorporarse, tomando mis caderas con sus manos, me alza sobre mis rodillas, dejando mi pecho recostado sobre la cama,... vuelve a besarme el ano, y me d� el placer, que le demuestro con gemidos que recibo...; acerca su sexo a mi cola, lo gu�a hasta las puertas de mi ano y presiona...; yo lo mir� hacer, y veo que cierra sus ojos y alza su cabeza, mientras empuja,... busco con mi mano su sexo, para aflojarlo y no hacer su penetraci�n tan dolorosa, pero mientras lo tomo, lo noto aflojarse..., e introducirse.- El hombre, sab�a lo que hac�a,... con sus ojos cerrados pens� en algo feo, que relaj� su excitaci�n por un instante, lo suficiente para albergar su pene en m� sin lastimarme.- Lo sent� ir muy profundo dentro m�o..., lo sent� y lo goc�...; y luego de sentir que esperaba mi acostumbramiento, el que lleg� casi enseguida, comenc� a mover mis caderas y a contraer mi esfinter para masajear con �l su pija,... mientras, mi hombre, comenz� a movermelo muy despacito... y lo goc�: YO- " Ayyy...�mi amor!...como te siento... segu�...cojeme....cojeme mas.... cojeme mucho.-" "Segu� por favor...segui cojiendo... me haces acabar...me estoy yendo... cojeme... dame tu pija, mi amor.... ���damela toda!!!.-" Y as� lo sent� derramarse dentro de mi ano,... y asi me sent� derramar sobre la cama, despu�s que mis icores corrieron por mis piernas.....- Sin dejar de estar unidos, a poco repetimos momento...esta vez estaba yo toda tendida sobre la cama, y estaba �l, semi arrodillado entre mis piernas, con su cuerpo sostenido por sus brazos...- Y volvimos a cojernos, ... y volvimos a sentirnos, ...y volvimos a acabar, juntos, unidos,... y asi luego, nos dormimos abrazados, sin desprendernos.- Al despertar, me allegu� con mis labios a su pene, y le regal� la fellattio que aprendiera, sorbiendo su pene, solo sorbiendo, mientras con mi mano apretaba y soltaba el tronco, en su base, hasta que se derram� en mi boca, la que llena con su esperma busca la suya, para compartir el sabor de su semen, el que fui luego, incorporando de a poco a mi interior.- Y esta fue nuestra primera noche....- La mejor noche de mi vida.- L anoche en que me entregu� por primera vez.... enamorada.- |
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